Rosalía

Cajamarca  2022

Estimados señores de Vigo España
Siendo las 07:38 de la noche en mi Cajamarca, empezando con una noche friolenta típica de la sierra peruana, me siento muy feliz de dirigirme a todas ustedes, a pesar de no conocerlos. Considero que son parte de mi familia y los quiero…
Hay momentos en nuestra vida que nos marcan para siempre. A mí me ocurrió a los 14 años, cuando Dios me dio la oportunidad de salir de casa, justo en uno de los momentos más difíciles de mi vida personal.  En ese entonces la Residencia Amor de Dios- Proyecto Vigo de la ONG «Aulas Abiertas Comedores Escolares» me acogió como parte de su familia.
Aún recuerdo, aquel domingo cuando llegué a la casa y me recibió la hermana Visitación, ella fue muy amable y afectuosa conmigo, sin embargo, me puse a llorar y así pasé varios días. Mis clases en el colegio no empezaban todavía así que, esos días me dediqué a leer un libro «Prohibido tener 14 años»  y a jugar con las chicas en el patio de la casa.Por fin tenía con quien jugar.
A la semana me visitó mi familia Yo estaba bien, acostumbrándome a vivir lejos de ellos y a entender lo que estaba ocurriendo en mi vida.  Había decidido quedarme a vivir en la residencia; pero cuando mis papás salieron de
la casa, miraba por la ventana y me puse a llorar.  Sentía mucha pena,  y quería irme con ellos pero la decisión ya había sido tomada y sabía que era por mí bien.

En la residencia teníamos los libros y todo lo necesario para hacer las tareas y para continuar con nuestra formación como personas y comoestudiantes de éxito; sin embargo, nada de esto hubiese sido posible sin la ayuda de ustedes.
El año 2013 empecé mis estudios en la Universidad. Estudié Administración Turística Hotelería y Gastronomía. A los 5 años terminé la carrera profesional con medía beca,durante los últimos ciclos debido a mi buen promedio de calificaciones. Todos los fines de ciclo teníamos reuniones con las hermanas para el reporte de notas. Que nuestras calificaciones fueran buenas era el único agradecimiento que
podíamos ofrecer a ustedes por becarnos para estudiar las carreras ya que no teníamos otra manera de hacerlo.
Terminé la universidad y empecé a elaborar mi tesis a la vez que  conseguí un trabajo. Empecé a trabajar en un hotel donde había hecho prácticas Pre Profesionales (Hotel Costa del Sol).  En un año terminé mi tesis, y ya tenía título. Por fin ya licenciada.  Todogracias a ustedes.
Para entonces, ya había dejado la residencia y tenía que alejarme nuevamente de mi familia  para trabajar donde me contrataron. Al comienzo fue complicado por mis responsabilidades y porque no conocía a nadie.  Fue un gran reto profesional, me pasaron miles de cosas y sólo tenía una opción: levantarme y seguir cada día. Con la pandemia regresé a Cajamarca y después de un tiempo empecé a trabajar en una empresa que brinda servicios de Asesoría, Consultoría y Capacitación (Escalando Empresas) en la que sigo laborando hasta la actualidad.  En este tiempo he visitado la residencia y soy consciente que toda mi vida profesional y como mujer se la debo a ustedes y a las hermanas que nos acompañaron cada dia. Sería  ideal como parte de mi gratitud poder pagar la carrera a otra niña o adolescente como yo lo fui cuando llegué; sin embargo, estoy apoyando a mi familia y a mis hermanos en los estudios  pero soy consciente de que algún día quiero poder apoyar a la residencia que me cambió la vida.  Estaré eternamente agradecida a ustedes.  Dios los cuide y proteja a todas ustedes y sus familias.
Estoy muy agradecida por su esfuerzo y solidaridad y porque  a pesar de no conocerme se esforzaron para que mi vida cambiará para siempre. Los quiero
Rosalía Teatino Llanos