El cole-granja de Ramoscucho: un sueño que se hace realidad

Alumnos de Ramoscucho con su cerditaEsta semana, nuestra compañera Pilar ha estado en Ramoscucho, una zona de los Andes a 3.545 metros de altura, donde atendemos los comedores escolares de tres escuelas.  Es el quinto año que visitamos esta zona. El año pasado empezamos a soñar con la posibilidad de montar una granja de “chanchos” que pueda hacer posible que dentro de un tiempo este grupo de escuelas sea autosuficiente. Son aproximadamente 350 niños  de las escuelas de Nueva Alianza, Velázquez y Ramoscucho, los que se benefician del comedor escolar y si nuestra granja sale adelante, posiblemente en cuatro o cinco años ya no necesiten nuestra ayuda.

Cerdito de la granja de RamoscuchoEl año pasado, comenzamos comprando 3 cerdas. Hoy hay ya 11 y dentro de poquito serán bastantes más pues hay 5 que están  preñadas y tres de ellas a punto de parir.

César, el director de Ramoscucho, espera que dentro de un par de años pueden tener muchas más cerdas y comenzar a ayudarse ellos mismos.

En este momento en la escuela de Ramoscucho, están construyendo las porquerizas y han pensado en tener espacio para aproximadamente 100 cerdas pues creen que a este número llegarán ya el próximo año.

Papás de la escuela construyen la porquerizaLos papás, los profesores y los mismos alumnos se encargan del cuidado de los cerdos y además participan en la construcción de las porquerizas.

Todos están muy ilusionados pues saben que el trabajo que hoy realizan les va a permitir salir adelante. Además, supone una formación para los alumnos que aparte de recibir sus clases, aprenden a cuidar y criar a los chanchos. Posiblemente algún día esta actividad que hoy realizan ilusionados pueda convertirse en su medio de vida.