Diseñando su futuro

Hoy pasé parte de la mañana en nuestro taller de corte y confección. Conocía a alguna de las chicas del año pasado y otras eran nuevas este curso.

He charlado con ellas y me alegró saber que hay varias que ya han comenzado a hacer trabajos en sus casas, cosen para sus vecinos etc. Incluso hay una que ya ha instalado un pequeño taller que le permite tener unos ingresos con los que antes no contaba. Me ilusionó ver a Máxima que está en el taller desde el año pasado. A esta chica su padre no le permitió estudiar secundaria y desde los once años cuidaba ganado en la sierra.
Al cumplir los  18 y enterada de la existencia de nuestro taller, se vino a Cajamarca  a
trabajar en una casa para poder pagar un cuarto para vivir y poder asistir al taller y aprender a coser. Máxima está feliz porque esta preparándose para desempeñar pronto un trabajo que le gusta y que le permitirá ser  independiente y tener un medio de vida.

Hay otra joven que cose ilusionada su traje de novia ya que se casa próximamente. Alguna ya es mamá y está confeccionando vestidos para su niña. Todas disfrutan de la oportunidad de aprender.

Para poder crecer y realizar ciertos trabajos necesitan dos máquinas de coser industriales y una recubridora. Estamos intentando proporcionárselos.

Están muy agradecidas al proyecto y especialmente a los amigos de la parroquia de San Esteban de Noalla que da nombre al taller y que es quien lo ha equipado. Así que, gracias en su nombre!!

Un abrazo