Cajamarca en estado de emergencia

¡Conga no va! ¡Agua sí, oro no!

Estas son algunas de las frases que más se oyen estos días en Cajamarca.

Como todos sabéis, Perú es un país con importantes recursos mineros y en concreto Cajamarca posee la mina de mayor producción de oro de América del Sur.

Esto que en un principio podría parecer una gran suerte, lleva a los Cajamarquinos a fuertes enfrentamientos ya que para la explotación de las minas deben sacrificarse lagunas, ríos etc. Estos enfrentamientos entre los habitantes de los pueblos y centros poblados (aldeas) con la policía han ocasionado ya seis muertos y numerosos heridos y nos han llevado a encontrarnos actualmente en estado de emergencia decretado el pasado lunes por el presidente del Perú , Ollanta Humala y que entre otras cosas restringe la libertad de tránsito y de reunión. 

Yo debería haber viajado estos días a Ramoscucho, perteneciente a Celendín, que es el lugar donde ha empezado a funcionar este curso un comedor pero debo esperar a que la situación se calme para poder hacerlo. Mientras, os explico algo de lo que yo estoy viviendo y que afecta a nuestros niños que son cajamarquinos.

La empresa minera Yanacocha, pretende                                                                                explotar los yacimientos de oro de  un lugar llamado Conga. La zona del proyecto comprende 600 manantiales y 20 lagunas. Cuatro de ellas serían destruidas y dos de ellas se convertirían en depósitos de relave. Yanacocha propone reemplazar estas lagunas por cuatro embalses de agua  para abastecer a los pueblos que actualmente reciben las aguas de estas lagunas pero muchos cajamarquinos no quieren pues alegan que la calidad del agua no será la misma debido a la fuerte contaminación que ocasionan los productos químicos de alta toxicidad, utilizados para la producción del concentrado de cobre-plata-oro.

Además, temen que una vez que la explotación haya concluido, aproximadamente en 17 años,  nadie se encargue de los costes para mantener el complejo sistema de ingeniería que debe construirse para conducir el agua, lo cual haría que no dispusieran de agua para el consumo y para el riego de sus “chacras”.

Yanacocha  por su parte parece decir que, al cierre de la explotación, la minera intentará restaurar las zonas de humedales sobre los relaves recuperados pero no hay seguridad de que se pueda lograr una vegetación significativa dada la alta concentración de sustancias químicas.

Para poder comenzar conversaciones que lleven a un acuerdo entre la empresa Yanacocha y la población contraria a la  explotación minera se ha pedido al obispo de Trujillo, Miguel Cabrejos, y a un sacerdote, P. Gastón Garatea, que actúen como intermediarios a título personal, ante el gobierno nacional que ya ha concedido los permisos para que comience la explotación. Ambos han aceptado y ayer se reunieron en Cajamarca con los principales dirigentes de los pueblos afectados por el proyecto “Conga”.

Los dos sacerdotes declararon en conferencia de prensa que están conformes con lo que se ha conversado en las primeras rondas de negociación y que ahora la tarea es recuperar la confianza.    Cabrejos calificó la primera reunión de ayer  como «muy buena» y afirmó que todas las autoridades y representantes de colectivos «han hablado» y que esperan que el camino comenzado lleve a soluciones favorables para ambas partes.

Yo espero que todo tenga solución y que la decisión final que pueda tomarse sea en bien del pueblo de Cajamarca que para todos nosotros es tan cercano y que es el lugar donde nuestros niños viven y dese an tener un futuro. Un abrazo y os seguiré contando.