La educación: hecho vs. derecho

Aunque nos gustaría empezar este post hablando de un mayor acceso a la educación de los niños de países en vías de desarrollo, la verdad es que en este inicio de curso, faltaban muchos alumnos al pasar lista.

Mochilas, libros, bolígrafos y uniformes son objetos familiares para nuestros pequeños (y no tan pequeños). Muchos se quejan de volver a oir el despertador cada mañana, los deberes que deben hacer o las actividades extraescolares. Pero para cerca de 70 millones de niños y niñas esta realidad está solo en sus fantasías. Y además de no poder acceder a una educación, se enfrentan a tareas mucho más duras que los ejercicios de lengua o los problemas de matemáticas.

Lograr la Enseñanza Primaria Universal es unos de los objetivos del Milenio, que debería ser alcanzado antes de 2015 según los 191 estados miembros de las Naciones Unidas. Ya han pasado doce años desde que hicieran esta declaración de intenciones y, a punto de acabarse el plazo propuesto, todo ha quedado en eso, buenas intenciones.

Anteriormente, en 1990, organismos como la Unesco y Unicef habían iniciado el movimiento EPT (Educación para todos) comprometido en dar una educación básica de calidad a todos los niños y jóvenes del mundo. Su objetivo de acabar con el analfabetismo antes del año 2.000 también fracasó.

Desde Aulas Abiertas, no queremos que la educación sea sólo un derecho utópico sino un hecho consumado y generalizado. Si nosotros, que apenas somos 500 padrinos, hacemos posible que cada día acudan a clase 500 niños que viven a 10.000 km, ¿por qué se sigue retrasando la meta de dar una educación a todos los niños del mundo? ¿Cómo vamos a alcanzar el resto de los «Objetivos del Milenio» que requieren una formación y una cultura mínimas?

 

El maestro tibetano Djwhal Khul decía que «Leer, escribir y calcular simbolizan el total desarrollo evolutivo de la especie humana». Nosotros creemos que de poco nos servirá haberlos alcanzado si no ayudamos a otros a que lo consigan.

Así que, una vez más, gracias por vuestro apoyo constante.