Enseñando a enseñar

En Cajamarca, además de visitar nuestros comedores, atender problemas médicos de los niños y otras dificultades que puedan surgir, trabajamos con profesores en pequeños pueblecitos de los Andes. Con ellos, hacemos actividades de animación a la lectura y de ortografía que luego pueden compartir con sus alumnos.

En la mayoría de las ocasiones los profesores y los niños deben caminar entre una hora y dos horas y media  para llegar a la escuela y otro tanto de regreso a casa  pero a pesar de ello los niños llegan cada día con sus tareas hechas y los profesores acuden a su trabajo con la ilusión de formar a estos niños que son el futuro de su país.

Esta vez voy  a trabajar en Sorochuco que se encuentra a 3.200 m de altura y en Ramoscucho a 3.400 m. Los dos pertenecen a la provincia de Celendín que es una de las trece provincias de Cajamarca.

Son lugares aislados y de difícil acceso pero la belleza de sus paisajes y la acogida de los profesores y los niños compensan  con creces la dificultad de llegar. Os enviaré fotografías cuando regrese. Un abrazo.